Las encimeras de cuarzo no son porosas, lo que facilita su limpieza. En la mayoría de los casos, un detergente suave y agua tibia serán suficientes para la limpieza diaria. Asegúrese de utilizar esponjas suaves o paños de microfibra, evitando estropajos fuertes. Algunos limpiadores químicos pueden descomponerse...
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